El porqué de 'Perdiendo el Norte'

Hace unos días leí un artículo en el que se hablaba del rodaje de una película que se llamará 'Perdiendo el Norte' (Blanca Suárez, Julián López, Úrsulá Corberó...). Curiosamente, poco después, a través de otra información me entero de que la exitosa 'Ocho apellidos vascos' se llamó así en una fase inicial del proyecto, antes de que fuera, propiamente dicho, una película.

Inmediatamente pensé (secuencia real):

1. ¡Vaya por Dios! para una vez que acierto con el título de algo -ojo, que he dicho "el título" no el titular ;) - va a parecer que he plagiado la idea.

2. A quién pretendo engañar. Si nunca escribo aquí y nadie me lee ¿cómo entonces va a llegar alguien a una conclusión así?

3. A ver si escribo más a menudo y de paso explicó el porqué del título, que viene de una anécdota de mi abuela.

Pues bien. A ello voy:

Año 2007. Hacía un tiempo que mi vida había dado un giro radical. Seguía en la agencia de noticias pero desde hacía aproximadamente un año me había volcado con el mundo del rocanrol. Era mi válvula de escape, mi patio de recreo. Y la fotografía musical era en esas circunstancias el hilo que conectaba todo eso con mi vocación de narrar. Y a la vez lo alimentaba.

Vivir el rocanrol de aquella manera tan intensa, con aquellas personas y en aquellas circunstancias en las que acababa de dejar la relación más importante que había tenido hasta ese momento y me encaminaba a dejar también mi trabajo -también el más importante que había tenido hasta ese momento- era sumamente adictivo. Inspirador. Era vivir. Cosas buenas y malas, pero vivir al fin y al cabo. Nunca como en aquellos meses tuve más claro que lo peor que te puede pasar es que no te pase nada.

Y no paraba quieta. Conciertos los jueves, los viernes y los sábados. Recorriendo Cantabria, el País Vasco, Asturias y Villarcayo en busca de los mejores bolos. Yendo y volviendo en el día a Madrid para ver, una vez más, a Barricada. Creo que fueron 16 veces en un lapso de pocos meses.

Mi abuela, que me conoce más que a sí misma y siguió muy de cerca toda aquella etapa de rupturas a todos los niveles, después de preguntarme por lo que había hecho en los últimos días que no nos habíamos visto, me espetó:

"Tú estás chinada. Estás perdiendo el norte"

No lo dijo enfadada, ni realmente preocupada. Sino divertida, haciendo un gesto con la mano muy gracioso, arrugando la nariz, como hacemos en casa cuando queremos dar teatralidad a una frase.

Y así era. Estaba perdiendo el norte. En ese momento decidí abrir este blog y mostrar algunas de las fotografías que hacía en esas escapadas al sur imaginario, al que recurro desde entonces cuando siento que me pierdo a mí misma. Este ya no es un blog de fotos de conciertos. Ni siquiera es un blog en el estricto sentido de la palabra.

Lo utilizo libremente. Una vez más. Como su propio nombre indica.


1 comentario:

  1. Tu abuela tenía razón, perdiendo el norte se puede encontrar la Estrella Polar...

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